enólogo principal de la Bodega Pulenta Estate ¿Cómo es la vida de un enólogo?


Javier Lo Forte es el enólogo principal de la Bodega Pulenta Estate, un proyecto familiar que nace en el año 2002, aunque las raíces de la familia – que ya va por la cuarta generación-, están arraigadas al suelo desde mucho antes, pues son los fundadores y ex propietarios del importante Grupo Peñaflor y Trapiche.

 Ser enólogo es vivir por y para el vino. Quienes estamos metidos en este mundo lo sabemos. Tengo algunos amigos que se dedican a esto y como ellos dicen: “Para nosotros la vida pasa entre el viñedo y la bodega. Más básico, difícil”. Y sí, en parte es cierto porque van al origen, al suelo, a la uva. Pero también tienen la tremenda responsabilidad de saber manejar y convivir con la naturaleza y con las circunstancias que el clima presenta cada año. Por eso ninguna añada es igual a otra. Eso es lo emocionante y a veces estresante de este increíble mundo.

A pesar de su juventud -34 años-, Lo Forte es profesor universitario hace nueve años, y hace poco pasó a ser titular de la cátedra de química enológica de la Universidad Juan Agustín Maza en Mendoza, una de las principales instituciones donde se forman los futuros enólogos argentinos y de otras nacionalidades. “Tenemos alumnos de Brasil, algunos de Perú y hasta de México. Es más rentable hacer la carrera allá, además tienen buena oportunidad de practicar”, cuenta.

Javier Lo Forte, de Pulenta Estate.

Y quizá lo más interesante de su última visita a Lima es que estuvo dos semanas en el sur, enseñando química enológica en la Universidad San Juan Bautista. En esta sede ubicada en Ica, se dicta desde el año pasado la carrera de Ingeniería en Enología, y desde que arrancó, establecieron un acuerdo con la universidad Juan Agustín Maza de Mendoza para enriquecer la experiencia de los alumnos con intercambios entre profesores y alumnos. En el caso de la materia de química enológica, el estudio se concentra en dos semanas, todos los días, desde las cuatro de la tarsde hasta las diez y media de la noche, y esto incluye la parte teórica, práctica y análisis de laboratorio. “En la enología es clave la parte química, entender esa alquimia, pero también la intuición, lo hedónico. Debe haber un equilibrio”, asegura.

Foto Pulenta Difusión.

¿Qué se necesita para ser enólogo? ¿Qué te motivó a estudiar enología?

En Mendoza, todos estamos relacionados de alguna manera con la industria. El mendocino está arraigado a eso y a todo lo que genera. Incluso para el que no tiene nada de relación, es una práctica fascinante porque relaciona lo científico con lo hedónico, lo humano, lo sensorial y hasta lo artístico. En mi caso, mi abuelo fue viticultor y mi padre ingeniero agrónomo; así que estuve siempre en la viña y mi colegio siempre estuvo relacionado al tema, igual que la universidad. Creo que hay pocas carreras que entreguen tantas satisfacciones, que conjuguen tantas cosas.

¿Cómo diseñas un vino? ¿Vas caminando por el viñedo y te lo imaginas?

Sí, claro. Por un lado pienso en la parte química; el nivel de acidez, de azúcar, de carga fenólica; pero por otro lado está la parte de la experiencia, los sentidos. Oler, probar, sentir la uva. Así compruebo qué masticabilidad tiene la semilla, la piel, y luego considero qué herramientas tengo en bodega para diseñar y concebir el vino. Y algo clave es considerar el consumidor. Si pienso en el vino que solo me gusta a mí, no vale. Hay un acto de altruismo en el vino, donde uno piensa en el otro. Pero sobre todo buscamos equilibrio.

Foto Pulenta Difusión.

No es difícil comprobar que Javier ama lo que hace. Y lo entiendo. Como segunda carrera, me gustaría estudiar enología, entender mejor esa alquimia del vino, de cómo el suelo puede entregar la maravilla que luego disfrutamos cada día en una copa. “Mi felicidad máxima es llegar a la bodega y sentir el perfume de las fermentaciones, de las barricas. Todo es satisfacción cuando tomo decisiones sobre la guarda, la crianza el embotellado. Creo que la opción de la enología es tan linda y te retribuye en placer, gozo y disfrute. Además, va de la mano con todo. Con lo gastronómico, lo social, lo técnico, lo científico”, concluye Javier. Certificado.

La bodega Pulenta Estate está representada en Perú por la importadora Panuts. Sus vinos tienen mucho foco en el Malbec como variedad, pero también desarrollan varietales como el Chardonnay (un estilo con estructura, cuerpo importante y buen balance de barrica porque usan 50% roble americano y 50% roble francés), el Cabernet Franc o el Pinot Noir. Javier actualmente trabaja en desarrollar un Cabernet Sauvignon de alta gama y como blanco tienen un Pinot Gris que está dando de qué hablar en el Reino Unido. Ojalá llegue pronto a Lima.

LOS DATOS

La Universidad San Juan Bautista es una institución privada fundada en 1997, que imparte la carrera de Ingeniería en Enología en su sede de Ica. La duración de los estudios es de cinco años (10 ciclos académicos). Para más información, visiten la página web www.upsjb.edu.pe/Escuelas/Enologia/enologia.aspx

Fuente: http://www.eltrinche.com/

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