El 70% de las botellas de vino producidas en el mundo se cierran con corcho

El corcho mantiene una cuota del 70% de los 18.000 millones de botellas de vino que se venden anualmente en el mundInfluencia de los distintos cierres en los atributos sensoriales del vino y en las preferencias del consumidor". Así se menciona en un interesante artículo recientemente publicado por profesores de la Facultad de Enología de Burdeos y del departamento de I+D de la empresa Amorim & Irmaos.

Se trata de un artículo que resume el extenso trabajo realizado por ambas organizaciones sobre las propiedades aislantes de los distintos tipos de cierre utilizados en las botellas de vino, determinando más concretamente, sus índices de trasmisión de oxígeno así como su impacto en el sabor, color y propiedades sensoriales de los vinos tras el embotellado.

También incluye un breve resumen sobre los más recientes estudios realizados sobre la importancia de los cierres en la conservación de los atributos de los vinos, destacando tanto el mercado como la opinión del consumidor, así como su actitud hacia los distintos cierres y cómo pueden afectar a su decisión de compra.

Desde hace casi 400 años, el corcho natural ha sido el cierre más utilizado para tapar las botellas de vino. Sin embargo, desde los años 90, la creciente preocupación de los consumidores con los problemas asociados con el corcho natural, como es el caso del TCA, empujaron a los productores de vino a buscar cierres alternativos como el tapón sintético o el cierre de rosca. Aun así, alrededor del 70% de las botellas de vino producidas siguen utilizando el corcho como cierre.

La función principal de un cierre en una botella de vino es asegurar un correcto sellado que evite el deterioro del producto creando una barrera para la entrada de oxígeno, dióxido de carbono y otros gases, así como de otros sabores y aromas.

Los autores crearon un método colorimétrico no destructivo para medir la introducción de oxígeno en botellas de vino. El método permite calcular, tanto los niveles de oxígeno introducido a través de los cierres como el nivel de oxígeno atrapado en el cierre.

Una versión optimizada de este método colorimétrico, también permitió medir el nivel de oxígeno introducido en el momento del embotellado.

Los resultados se encuentran disponibles en el artículo. En el caso de los tapones de corcho natural se observó que los niveles de oxígeno descendían con el paso del tiempo, siendo totalmente residuales tras 12 meses de almacenaje.

El artículo muestra, junto con los resultados de otras investigaciones, que la composición del vino, en combinación con las condiciones de embotellado y/o con los distintos tipos de cierre disponibles tiene una influencia significativa en la calidad sensorial del vino que finalmente será puesto a disposición del consumidor.

Un control estricto sobre el oxígeno antes y durante el embotellado, combinado con el uso de cierres que aseguren un correcto sellado, contribuye a la conservación de las características de los varietales.

Además, el tipo de cierre parece ser también una importante herramienta de marketing. Según los autores de este artículo, numerosos estudios muestran que el corcho sigue en la mente de los consumidores como cierre tradicional, mientras que los tapones de rosca y los sintéticos se asocian con una peor imagen de marca que afecta al precio y a la compra.

Fuente: https://www.vinetur.com/2015071620277/el-70-de-las-botellas-de-vino-producidas-en-el-mundo-se-cierran-con-corcho.html 

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