El Mate Mundial en GuiaOleo

Más allá de la forma tradicional de beber mate que tenemos en los países productores, son varios los lugares donde las bebidas hechas en base a yerba mate tienen un gran éxito, incluso en la coctelería. Conocé un mundo de mate sin bombillas.


Quizás la imagen del mate y el termo abajo del brazo resulte extraña para los extranjeros, especialmente en su propio territorio. No es raro que aún hoy en las calles de algún país europeo alguien se acerque a preguntarle al argentino (o uruguayo o paraguayo o brasileño) que toma su bebida de siempre si es algo que se fuma, y si es alguna case de droga. No, y no, es mate, uno explica, una bebida tradicional de Sudamérica. Y entonces quizás alguno lo relaciona, y se da cuenta de que, sin la bombilla ni la parafernalia, algo del mate ya conocía.

Los hackers alemanes, por ejemplo, toman mate. No necesariamente en una calabaza, ni con termo, y ni siquiera caliente. Seguramente lo mezclen con ron y lo beban en la forma de Club-mate, un popular energizante alemán hecho a base de nuestra yerba. “Tschunk” se llama el trago, y es ícono de la cultura hacker alemana.

El Club-Mate se produce desde 1924 en la localidad de Dietenhofen, Alemania, pero recién se volvió popular cuando fue comprada por la empresa Loscher, que la comercializó por todo Alemania y expandió por Europa. Además de popularizarse entre los hackers (lo que le valió el apodo “hackerbrause”, la gaseosa de los hackers), las barras alemanas no son extrañas a esta bebida, con la que se preparan además tragos como el Jaeger-Mate (con Jägermeister) o el Matiroshka (con vodka, lima y azúcar negra).

En Luxemburgo fabrican Sol Maté, otra bebida energizante que aprovecha la cafeína del mate, en esta ocasión gasificada y en varias versiones. Como su nombre indica, está comercializada como una bebida fresca y veraniega. En coctelería, con ella se preparan tragos como el Cava Mate (Sol Maté y vino espumante), el Copa Divina (con whisky, Cointreau y jugo de lima) o el Che (por algún motivo, con vodka y lima).

Estados Unidos también conoce bien el mate, o al menos a sus derivados. Materva es una empresa radicada en Miami, pero que hasta antes de la Revolución operaba en Cuba, desde la década del ’20. Su bebida con gas es considerada un ícono de la Cuba pre-revolucionaria, y aún hoy es sostenida como representativa de la comunidad cubana de Miami. También existe Guayakí, una compañía fundada por el argentino Alex Pryor junto a su socio estadounidense David Karr, con base en Sebastopol, California. Sus productos se comercializan como una propuesta orgánica y de comercio justo, en general a través de tiendas saludables. Ofrecen, además de las bebidas gasificadas, hojas de mate, paquetes de yerba, y todos los utensillos para beberlo a la argentina.

Nuestro país vecino, Brasil, tiene tradición matera por cuenta propia, y beben su chimarrão, como ellos lo llaman, aunque su consumo está más que nada restringido al sur del país. Sin embargo, más allá de eso, también existe el Matte Leão, una compañía de infusiones y bebidas en base a ellas, con su producto de yerba mate como estrella. En 2007 fue comprada por Coca Cola.

En Argentina hubo un intento de una gaseosa de yerba mate, la Nativa, fabricada por Coca Cola. Duró solo de 2003 a 2004, y rápidamente cayó en el olvido. El gusto vernáculo quería que su mate fuera mate, más allá de las discusiones sobre si dulce o amargo, con o sin yuyos.  Ahora bien, para el que quiera probar una interesante vuelta de tuerca, la barra del bar Rey de Copas ofrece el Gauchito Gin, un Gin Tonic que incluye un cordial de yerba mate, pero que se bebe, como debe ser, con una bombilla.

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