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Costo oculto: Seguridad, un ítem que creció 30%

La industria del vino no está ajena al fenómeno de inseguridad que jaquea al país. Cada año, los costos para salvaguardar viñedos y bodegas son cada vez más altos . Algunos establecimientos gastan hasta un millón de pesos anuales.

Bodegas grandes, medianas o chicas, ningún tamaño escapa a la realidad de la inseguridad. Es por esto que deben realizar grandes inversiones para cuidar su capital, desde personal contratado privado, motos, camionetas, perros, hasta seguridad eléctrica.

Los establecimientos consultados por Día a Día del Vino mencionaron que cada año el costo se incrementa más, sobre todo por los aumentos de sueldos que han tenido los guardias privados. Es por esto, que muchas de ellas han optado por volcarse a la seguridad eléctrica, que tienen una primera inversión grande, pero el mantenimiento es menor a los sueldos mensuales.

El CEO de Finca Flichman, Ricardo Rebelo, comentó que la bodega ha sufrido grandes incrementos en lo que respecta en seguridad. En el último año para cubrir mejor los activos, Flichman gastó cerca de 1 millón de pesos. Este monto, más allá de los diversos elementos de seguridad eléctrica, como mejor control con video de las instalaciones, el ítem que más aumentó es el de mano de obra.

Emilio Giudice, a cargo de la Administración y Finanzas de Bodega Tapiz, sostuvo que "el gasto en seguridad ha crecido fundamentalmente debido al incremento de los costos laborales de los vigiladores de las empresas con las que tercerizamos el servicio. Adicionalmente hay que agregar los costos en instalaciones de seguridad electrónica (alarmas, cámaras de vigilancia, etc.)". En este caso, Giudice agregó que ellos tienen un el costo por hectárea en seguridad que es de aproximadamente $ 3.900 anuales.

Asimismo, resaltó que Tapiz terceriza la vigilancia. Aquí, "el costo por hora de la vigilancia aumentó el 31,12% en el último año. Adicionalmente se incorporó un perro dentro del servicio de vigilancia cuyas horas se servicio se cobran por separado".

"La seguridad implica costos ocultos tanto para la empresa como para los prestadores del servicio de vigilancia. Por ej: la activación de una alarma sin que haya ninguna consecuencia hace que la empresa de vigilancia destine recursos humanos a la revisión, el envío de una notificación por email o el llamado a algún empleado de la bodega en horas no laborales", mantuvo el Giudice.

Adicionalmente, agregó que "vale mencionar que el IVA incluido en las facturas de vigilancia se paga dentro de los 30 días de la fecha de la factura mientras que los recuperos de IVA de exportación tienen una demora aproximada de 4 - 6 meses lo que genera un costo financiero que está oculto".

Por su parte, Juan Marcó, CEO de Finca Decero, coincidió que el incremento más grande lo han sufrido con la mano de obra. "No hemos aumentado la cantidad de seguridad, pero el incremento es muy grande debido a lo antes mencionado. La inversión es superior a los AR$ 500,000 anuales".

"En nuestro caso -agregó- lo tomamos como un costo indirecto ("Other Operating Expenses"). De cualquier modo, es importante resaltar que en muchos otros lugares del mundo no es un rubro que a tener en cuenta. Esto aumenta la presión y disminuye nuestra competitividad al analizar el  resultado neto  de la empresa".

En relación a si han tenido algún episodio, el CEO aclaró que estos han sido menores tanto en la bodega como en el viñedo, pero para disminuir el riesgo lo que han hecho es no manejar efectivo dentro del establecimiento.

Finalmente, Luis Steindl, gerente de Operaciones de bodega Norton, explicó que hay dos tipos de inversiones. Por un lado el de personal aplicado a seguridad privada, día y noche. Y por el otro, el de seguridad electrónica, que implica cámaras en todo el establecimiento, disco duro, y domos en la puerta de la bodega. A esto hay que agregarle, comentó, el mantenimiento y cableado.

Según detalló, en el último tiempo han decidido reducir la cantidad de personal, por los altos costo, y estos han sido reemplazados por seguridad electrónica. Para hacer esta conversión la empresa tuvo que realizar una gran inversión. Sin embargo, Norton, al igual que los demás establecimientos consultados por Día a Día del Vino, sufrieron un incremento del 30% en relación al año pasado; "esto está dado principalmente por los aumentos de sueldos que se acuerdan en paritarias y se ajustan a valores nacionales".

Pero a esto, la bodega también debe sumarle "gastos extras" en este tipo de servicios, que implica por ejemplo en vendimia o en un evento en particular, más cantidad de patrullajes, camionetas, motos, nafta, personal, etc. debido a que la uva que está en movimiento. Pero también aclaró Steindl, que después de la cosecha también se entra en un periodo alto de inseguridad, ya que en las zonas rurales hay más gente desocupada, que anda en la calle, y busca el dinero fácil.

Por otra parte, todas las bodegas que deben trasladar sus vinos por Argentina o a los puertos de Chile o Buenos Aires, corren con el problema de que la carga sea robada, y en muchos casos los ladrones del asfalto asaltan camiones cargados. Para evitar esto, es que las empresas deben actuar con seguridad que los escolte y polizas de seguros, las cuales han aumentado mucho en el último tiempo.

Pero más allá del costo, lo que preocupa a las bodegas, y que es por esto que realizan fuertes inversiones, es que si pierden la carga, temen también perder el pedido o el cliente del exterior.

El CEO de Flichman remarcó que no sólo hay que pensar en seguridad en las instalaciones de la bodega, sino también en los camiones que transportan los vinos. En este caso, indicó que ellos han sufrido algunos episodios de robo, es por esto que han tenido que invertir en personal de acompañamiento de las cargas, lo que representa un costo más en el producto terminado del vino que hay que repensar. Y sobre todo, cuando hay que tener en cuenta que otras bodegas del mundo no lo sufren.

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