Cócteles & Burguers: Dónde probar las mejores hamburguesas en Buenos Aires Por Andy Cohen

Como una postal globalizada del dinner americano, cada vez son más los bares porteños en los que se le hace honor a la tradición de acompañar un buen trago con una hamburguesa casera y potente. 


¿Recuerdan la tapa del disco de 1975, Nighthawks at The Diner, con Tom Waits acodado en una mesa de madera en uno de esos clásicos diners norteamericanos? No cuesta imaginar a ese joven Waits en cientos de bares similares comiendo en cada ocasión una hamburguesa con panceta y barbacoa, junto con un vaso de whisky, un Old Fashioned o trago similar. Claro que por la rockola se estará escuchando algún blues. Tal vez Little Red Rooster, en la voz de Howlin' Wolf. Toda una postal de los años 60 y 70 estadounidenses. Una postal que sigue hoy vigente, e incluso logró extender sus influencias a todos los rincones del planeta. 


  Hamburguesas y cócteles forman un ícono cultural y social, radiografía urbana que describe buena parte de los mejor de los Estados Unidos, trazando una línea que nace en Nueva Orleans, cruza hasta Nueva York y desemboca en el Puente de San Fransisco. Un periplo caprichoso que se toma su tiempo para hacer paradas en Chicago, Houston, Las Vegas y Memphis, entre otras ciudades. Y, también, claro, en Buenos Aires. 
En nuestra ciudad porteña, tan afín a los sabores españoles e italianos, siempre hubo algunos reductos donde beber un cóctel bien hecho junto a una hamburguesa casera y generosa , lejana al estereotipo del fast food clonado y bastardeado. Pero, en el último año, este tipo de bares se multiplicó, con una oferta que hoy se presenta como verdadera tendencia. Así, a los ya clásicos Mundo Bizarro (con su hamburguesa de 300 g, ideal para acompañar con un Martini No 5, preparado por Pablo Piñata) y 878 (con su genial hamburguesa de cordero, que se lleva de maravillas con el Cynar Julep ), hoy se suman bares nuevos que convocan a miles cada noche. Entre ellos, elegimos nuestros preferidos. 

Doppelgänger
El primero en seguir la estela marcada por Bizarro y 878 fue Doppelgänger, que desde casi sus inicios viene ofreciendo una de las mejores hamburguesas de la Capital Federal. Bajo el nombre de "100% home made classic burger" ($56), la generosa mezcla de carne tiene más de tres centímetros de alto y lleva en su preparado panceta ahumada picada, que le da un sabor único. Sale con mozzarella también ahumada, cebolla caramelizada y pickle casero de pepinillos en vinagre. Inmejorable. Difícil elegir la mejor bebida para acompañar, ya que Doppel tiene una de las cartas de cócteles más tentadoras del país. Pero se puede balancear el tono norteamericano de la comida con un trago que homenajea la historia argentina, el Ferrocarril 1940, con Pineral, Hierroquina, licor de marrasquino y cereza ($36). Como dice el lema del bar: "Celebrando al obrero y al burgués que llevamos dentro". 
 
- Mad
Flamante esquina en Belgrano, llama la atención por su estética moderna, donde las miradas se las lleva una preciosa Harley Davidson original de los años 20. Toda una toma de posición ideológica de los hacedores de este bar, que apuestan claramente a los sabores de Estados Unidos, con una carta especializada en alta coctelería y hamburguesas originales. La asesoría de la barra correspondió al bartender Sebastián García, que presentó tragos como el Madness ($50), que lleva piña, ron, bitters de Angostura, menta y jugos naturales de cítricos y manzana, coqueteando con la vuelta de los punchs a las barras del mundo. Del lado de la comida, la oferta de hamburguesas es de las más completas, con opciones de carne vacuna, pollo, cordero, salmón, e incluso vegetariana. La Mad ($75) combina roast beef con bondiola, y suma cebolla de verdeo, hongos, queso gruyère y salsa barbacoa. Genial. 

Soria
Con pocos meses de vida, Soria ya es uno de los bares indispensables de la ciudad porteña. Un éxito arrollador, logrado por una combinación de factores: un fantástico espacio al aire libre, un ambiente entre hippie y bohemio, una carta de tragos interesante y muy bien hecha y sus finger foods y hamburguesas como principal atractivo culinario. Casi todo el bar se abre a su patio, que en invierno está techado y calefaccionado, pero que espera la primavera para volver a mostrar todo su esplendor. Una buena combinación de la carta es el aperitivo Soria, una mezcla simple y efectiva de Cynar, agua tónica y jugo de naranja ($22) con la Burga Sulpo, una hamburguesa casera de 200 g con panceta, queso brie y espinaca fresca, que llega con ensalada y papas fritas ($42). Lugar perfecto para comenzar una noche entre amigos.

- Magdalena's Party
Abierto por un grupo de amigos, entre ellos dos canadienses, un estadounidense y dos argentinos, Magdalena's Party es un verdadero bastión de la cultura gastronómica del hemisferio norte en Buenos Aires, tanto por su oferta de cócteles como por sus platos a lo tex mex. Del lado de la bebida, Fashion Ana (whisky a elección, caña orgánica, naranjas y Angostura), Jackie's lemonade (jugo de limón, lima, almíbar, Cointreau y Jack Daniel's). Y del lado de la comida, tacos, burritos, quesadillas, desayunos con cantidades ingentes de panceta, NY style pizza, ensalada Caesar y varios etcéteras. Para acompañar la muy rica Magdalena's Famous Burger (la básica sale $40, pero la mejor es la Hawaiana, con queso, palta y piña, a $50), un buen camino es elegir uno de los tragos de la casa, el Súper Modelo, con vodka Sky y macerado con ajíes picantes, limón, jengibre y ginger ale ($35). 


 

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