Plantar aromáticas cerca de la vid, ¿transfiere características al vino?



Una investigación realizada por Finca Propia, la Universidad Juan Agustín Maza y el INTA aporta pruebas sobre la captación de aromas, colores y sabores por parte de la pruina de la vid.
Gabriela Malizia
gmalizia@areadelvino.com



Entre la Universidad Juan Agustín Maza, el INTA y el ingeniero agrónomo Antonio Mas de Finca Propia se realizó una investigación la influencia que tienen las plantas aromáticas sobre los componentes aromáticos de tres cepajes: Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay. El proyecto se realiza en la propiedad ubicada en el Distrito  La Arboleda, Departamento de Tupungato a  950m s/nm.
En el marco del proyecto de investigación se intenta potenciar los compuestos odorantes presentes en las uvas,  mediante la asociación de especies aromáticas que se implantan entre el viñedo, o como cobertura de suelo, o como líneas de cultivo que bordean los perimetrales.
El cultivo conjunto de especies aromáticas con la vid, por las características intrínsecas de ésta (pruina), puede dar como resultados la potenciación (aumento) de ciertos aromas naturales de la identidad del cepaje que perdura durante la elaboración y se incorporan al vino.
La observación que se ha logrado hasta ahora es que "los componentes volátiles de las esencias de las especies aromáticas, en los momentos del día de temperaturas elevadas, se desprenden de sus estructuras, por ruptura provocada por la dilatación de la esencia. Al ser liberadas son captadas por la pruina, sustancia grasa que recubre la epidermis de las bayas de la uva".
¿Qué especies se cultivaron?
Las distintas especies aromáticas utilizadas para este experimento son: rosa, albaca, mostazilla, jarilla y llantén entre otras. Cada una de ellas - aseguran los estudiosos - logra influenciar de manera distinta en el aroma, color y el gusto de cada varietal.
"Como ejemplo, veremos como la mostazilla en los cepajes tintos (Malbec y Cabernet Sauvignon) y el linalol de la albahaca en los blancos (Chardonnay) resaltan las características organolépticas (aroma, color y gusto)", explicaron los investigadores.
"Cuando hablamos de cada varietal, hablamos de su genotipo (Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay), su ADN, o sea la genética de la planta. Las variedades en combinación con las condiciones del terroir  logran una expresión del genotipo distinta, denominada fenotipo".
"Esto es, la aplicación de las aromáticas, permite tener una aproximación científica de cómo influir sobre el terroir y dar un paso más allá para sacar más provecho del genotipo de una variedad (su ADN) y cambiar de forma natural el viñedo. De esta manera se obtiene una  diferenciación en el terroir y por consiguiente en el vino a realizar, abordaje que permite pensar en tener una propuesta distinta  para diferenciarse en el mercado", explicó Mas.

Presentación oficial

Los datos del mencionado estudio serán dados a conocer el jueves próximo en Casa Finca Propia. Los organizadores señalaron que los mismos "son más que alentadores para pensar en nuevas oportunidades para la vitivinicultura y la enología de los próximos años".

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